La clave para que nuestra práctica sea efectiva y produzca sus frutos, es entender qué es el EGO y ver su verdadera naturaleza de forma directa. Para entender lo que es el ego debemos estudiar lo que suele ser su base de imputación: los cinco agregados (forma, sensación, percepción, formaciones mentales, conciencia) Para ver su verdadera naturaleza debemos desarrollar un perceptor directo yóguico, que se consigue con la unión de shiné/laktong. Cuando la mente se identifica con un ego, aparecen diversas emociones perturbadoras, como la envidia, el orgullo o la ira. La identificación de la mente con un ego distorsiona la visión, la forma de percibir los hechos de la vida. Dependiendo del tipo de ego con el que se identifique la mente, surgiran con mas facilidad un tipo de emociones perturbadoras u otras. Lo cierto es que la mente está tan habituada a este tipo de identificación subconsciente con un ego, que hace falta esforzarse para ser conscientes de ello, y mucho mas esfuerzo para cortar esta identificación y dejar a la mente en su estado natural, que no es otro que un estado libre de esta identificación distorsionadora y limitadora. Suele suceder que una vez desenmascarado un ego con el que la mente se identifica, este es substituido por otro que parece ser mejor... y así sucesivamente, en una rueda infinita de cambios que en realidad no cambian nada, sólo pasando a tener una visión distorsionada distinta a la anterior. Para que la visión superior (laktong) pueda desarrollarse, es necesario que la mente deje de apegarse a un ego, sea este del tipo que sea (material, espiritual...) Y para que esto pueda suceder, debe establecerse un compromiso serio con la práctica. Podemos definir PRACTICA de mil maneras distintas, pero al final llegaremos a la práctica definitiva de CORTAR con el apego de la mente a un EGO. Esta práctica se puede llamar de maneras diversas, y puede tener matices diversos, pero su fruto siempre es el mismo: establecer la mente en el estado de RECONOCER su verdadera naturaleza. Sin una DESIDENTIFICACION de la mente con un EGO, este reconocimiento es imposible. Una vez conseguido este objetivo, hace falta ser capaz de mantenerlo para que lo que en un principio es una experiencia se convierta en un logro. Hay una señal inequívoca para saber si la mente ha dejado de identificarse con un ego: si existe una sensación de ORGULLO por haber logrado esta desidentificación, no nos quepa la menor duda de que la mente sigue apegada a un EGO: el ego del practicante. Este ego se ha desarrollado durante el proceso de la práctica, y está formado por una serie de patrones y hábitos que se podrían considerar positivos, ya que han permitido a la mente deshacerse de múltiples patrones menos positivos y desarrollar cualidades muy útiles para el avance en el camino de autoconocimiento. Pero para que la mente pueda reconocer su verdadera naturaleza y establecerse en este reconocimiento de manera contínua, hace falta tambien que deje de identificarse con este ego. Sólo entonces puede decirse que la mente ha despertado del sueño samsárico. Ahora sólo falta remover los obstáculos a su plena expresión.
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